Soy maquilladora, no soy peluquera, ni esteticista, aunque muchos lo confundan no tienen nada que ver, independientemente de que todos nos dediquemos a la imagen personal. Sin embargo, en muchos trabajos te piden servicio de peluquería o tienes que hacerlo al encontrarte que no hay nadie que se ocupe de ello.
Si echáis un vistazo a las publicaciones anteriores, veréis que en alguna sí me he encargado del peinado, pero como también podréis observar, eran cosas muy simples y con unos resultados bastante cuestionables. La peluquería no es lo mío.
Así que consciente de que para un estilismo completo es estrictamente necesario contar con un pelo fabuloso y teniendo tan cerca a una superprofesional de la peluquería, me costó muy poco resolver la ecuación. Por ello, hoy os presento a mi preciosa amiga Verónica, que hace cosas tan bonitas como estas: